El aumento de falsos nutriólogos es señalado por especialistas
Entrenadores, influencers, vendedores de suplementos alimenticios y hasta las redes sociales y páginas web se han convertido en los consejeros a los que más recurre la población para adoptar un plan alimenticio que les ayude a bajar de peso o a controlar enfermedades crónicas como la diabetes, a pesar de que las y los nutriólogos son los profesionales que deben ser consultados para estos fines.
En el marco del Día Mundial del Nutriólogo, conmemorado este 24 de noviembre, los profesionales consideran que, paradójicamente, aunque México es uno de los países con mayores problemas de sobrepeso y obesidad, ya que los padece el 72.5 por ciento de la población mayor de 20 años, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022, la cantidad de personas que acude a solicitar atención especializada es mínima.
Aunque no existe un informe del sector salud sobre la cantidad de mexicanos que solicitan los servicios de los nutriólogos, un estudio realizado en 2018 por la asociación “Quiero Saber Salud” reflejó que para ese momento el 66 por ciento de las personas no lo hacía de forma regular.
El problema, coinciden los especialistas consultados por el Sol de Puebla, es que la gente no tienen buenos hábitos alimenticios desde la infancia y cuando estos les desencadenan obesidad o alguna otra complicación de salud, entonces buscan una solución rápida, y que no los obligue a cambiar radicalmente su forma de alimentación, para deshacerse del sobrepeso que han acumulado por varios años.
Lo grave de esta situación, indican, es que los pacientes no toman en cuenta que “lo barato puede salir caro”, ya que al poner su salud en manos de personas que no han sido formadas académicamente para dar asesoría nutricional corren el riesgo de perjudicar su salud e invertir mucho más de lo que hubieran gastado en el pago de honorarios de un profesional.
¿Por qué desconfiar de los falsos nutriólogos?
Daños renales, afectaciones en el sistema circulatorio, pérdida de masa muscular e incluso ósea son tan solo algunas de las consecuencias más graves que puede dejar una dieta mal suministrada en las personas, y si a esto se le suma el consumo de suplementos alimenticios de forma incorrecta, los perjuicios pueden aparecer en menor tiempo, advierte Angélica Pérez Fernández, presidenta del capítulo Puebla de la Asociación Mexicana de Nutriólogos.
La especialista expone que actualmente es muy común la venta de diversos suplementos alimenticios que prometen bajar de peso sin modificar la dieta de las personas o incluso mejorar su rendimiento en el gimnasio, sin embargo, alerta que cuando se consumen sin un control adecuado puede existir un daño grave al organismo.
“Ahora hay mucha desinformación, muchos productos y de repente vemos que en los gimnasios les venden la proteína para ganar músculo, lo que no saben es que puede haber un daño renal si se consumen en forma desmedida; yo misma atendí a un joven de 22 años que tuvo tanto el afán de mejorar su apariencia que consumió y se inyectó varios productos al grado de estar a punto de tener insuficiencia renal”, comparte.
Expresa que cuando una persona ofrece suplementos para bajar de peso o controlar la alimentación de quienes padecen enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes, se debe desconfiar de forma inmediata, ya que todos los planes alimenticios o dietas deben ser personalizadas, basadas en las condiciones de salud de las personas, reflejadas en estudios de laboratorio y en su estilo de vida.
Jessica Nava Avilés, catedrática de la Facultad de Nutrición de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), explica que cuando la obesidad es mal tratada se corre el riesgo de resultar con más grasa corporal y menos músculo, mientras que los pacientes con diabetes pueden tener alteraciones en la glucosa que conducen a riesgos de acidosis metabólica.
“Lo grave es que a veces no son patrones alimentarios pero les dicen o llaman dietas de desintoxicación, en las que los dejan consumir jugos todo el día durante varios días o ayunar tantos días y eso los lleva a descompensaciones de pérdida de energía, masa muscular o hidroelectrolíticas, entre otras complicaciones”, detalla.
Sugieren evitar seguir las dietas de moda
Las especialistas alertan que existe una tendencia a seguir dietas o consejos alimenticios por moda, ya que en los últimos años se han observado temporadas en las que las personas recurren en mayor medida a determinados productos o estilos de alimentación.
«Hubo un tiempo en que estuvo muy de moda la ‘semilla de Brasil’ para bajar de peso y en mi experiencia en el sector salud recibí a pacientes que sufrieron algún daño renal y llegaron para recuperación; últimamente lo de moda son los ayunos intermitentes o la famosa dieta keto o cetogénica y vemos, de manera muy preocupante, a mucha gente sometiéndose a ellos sin ningún apoyo profesional”, añade Pérez.
La nutrióloga Jessica Nava coincide en que las últimas dos dietas son las que pueden resultar más peligrosas en la actualidad, ya que está demostrado científicamente que son funcionales pero para personas con determinadas características y siempre y cuando lo implementen con la asesoría adecuada.
“Es cierto que consumir grasas, que es en lo que se basa la dieta keto, ayuda a bajar de peso, pero para hacer esa dieta se necesita no estar estresado, dormir bien y solo se puede hacer durante tres meses, no de forma definitiva; son muchas cosas las que se deben tomar en cuenta, no solo dejar los azúcares, porque estos también son necesarios para el cuerpo”, explica Angélica.
El nutriólogo Luis Alejandro Mena Lima, fundador de la Asociación Mexicana de Nutrición en Puebla, agrega que aunque hay dietas de moda como las ya mencionadas, también existen remedios caseros que se llevan a la práctica y afectan la salud a largo plazo, como el consumo de agua con limón o chía y otros productos que prometen ser “reductores” o “quemadores de grasa”.
¿Cómo y cuándo acudir a un nutriólogo?
Para ir al nutriólogo no se necesita querer bajar de peso o tener alguna enfermedad crónica, de hecho, lo recomendable es que cualquier persona reciba asesoría de forma periódica, señalan los tres especialistas consultados.